Forjar la Voluntad: Transformar el Hierro en Aguja; La Caída de la Casa y la Familia
Al mencionar el Taijiquan en la ciudad de Beijing, la gente piensa primero en el gran maestro Yang Luchan. En aquellos años, Yang Luchan, oriundo de Yongnian, Hebei, visitó tres veces el pueblo de la familia Chen en Henan, donde fue discípulo de Chen Changxing y recibió su enseñanza completa. Más tarde, enseñó Taijiquan en las residencias reales de Beijing y se enfrentó a maestros de distintas escuelas sin sufrir una sola derrota, ganándose el apodo de "Yang el Invencible". Así, el Taijiquan ganó fama mundial, y el famoso Chen Changxing fue el bisabuelo de Chen Fake.
Chen Fake, cuyo nombre de cortesía era Fusheng (福生), nació en una familia de tradición de
Taijiquan y fue el 9º generación (Desde Chen Wangting). del linaje de Taijiquan del estilo Chen En 1928, llegó solo a la ciudad de Beijing para difundir el Taijiquan, mostrando ante el mundo un arte que hasta entonces solo se practicaba en la remota comunidad de Chenjiagou y dentro de la familia Chen. Formó a numerosos discípulos destacados, como Hong Junsheng, Li Jianhua, Xu Yusheng, Lei Muni, Tian Xiuchen, Chen Zhaokui, Li Jingwu, Gu Liuxin y Feng Zhiqiang, estableciendo una nueva era para el Taijiquan estilo Chen y convirtiéndose en una figura emblemática en la historia de la transmisión y desarrollo del Taijiquan chino.
El poeta Yang Jizi, que tenía una amplia relación con los personajes célebres del mundo de
las artes marciales y que había practicado el Taijiquan estilo Yang durante varios años, escribió en uno de sus poemas: "¿Quién hubiera pensado que el estilo de la familia Chen del norte de Henan se expandiría gracias a la transmisión de la familia Yang del sur de Hebei?". En aquellos tiempos, la percepción popular del Taijiquan se centraba principalmente en su suavidad, lentitud y elegancia. Al encontrarse por primera vez con el estilo Chen y su fuerza poderosa y singular, muchos, como Liu Musan al conocer a Chen Fake, pensaban que este Taijiquan no era el mismo Taijiquan. Incluso, años después, cierto maestro famoso de Taijiquan comentó públicamente: "¡Su “Paochui” ni siquiera es Taijiquan!". Cuando Yang Jizi presenció la habilidad suprema de Chen Fake, quedó profundamente impresionado y le dedicó el siguiente poema:
“En la capital, el Taiji antiguo honraba a Yang,
su victoria se basaba en la calma y suavidad.
No esperaba que el señor Chen alzara otra bandera,
con la fuerza del enrolle de sedas firme y poderosa.”
Sobre Chen Fake, existe también una historia muy inspiradora:
Se dice que Chen Fake fue el hijo menor de padres ancianos; cuando nació, su padre, Yanxi, tenía ya sesenta años. Debido a que sus dos hermanos mayores habían fallecido jóvenes por una epidemia, sus padres le prodigaban excesivo cariño, sin restringirle la comida, lo que provocó que desarrollara una masa en el abdomen que lo hacía retorcerse de dolor cada vez que se manifestaba la enfermedad. Aunque sabía que el entrenamiento marcial podría ayudarlo a sanar, se mostraba reacio a ejercitarse debido a su debilidad física, y sus padres tampoco querían obligarlo. Así, cuando llegó a los catorce años, todavía no tenía habilidades marciales.
En ese entonces, Yuan Shikai admiraba el Taijiquan y envió una solicitud a Chen Jiagou para contratar a Chen Yanxi como instructor de sus hijos y sobrinos. Antes de partir, Yanxi encargó a su sobrino que acompañara a Chen Fake en las labores del hogar y en el
entrenamiento de Taijiquan. Este hermano de Chen Fake era robusto y hábil en el estilo marcial , destacándose entre los jóvenes de su generación. No le gustaban las explicaciones extensas y solo enfatizaba: "No retrocedas en el acto, no tengas compasión al atacar; solo así se desarrollará una verdadera habilidad. Si te acostumbras a ser blando, en una pelea real, sufrirás las consecuencias". En las prácticas de empuje de manos era riguroso y no mostraba piedad, y con frecuencia dejaba a sus compañeros heridos o sangrando, al punto que nadie se atrevía a enfrentarse a él.
Por las noches, los ancianos de la familia charlaban, mencionando que, si bien la línea de Yanxi siempre había sido la mejor en el estilo marcial Chen, lamentaban que Chen Fake, enfermizo y débil a sus catorce años, probablemente no mantendría viva la tradición. Aunque era joven, Chen Fake tenía grandes aspiraciones y al escuchar estos comentarios se sintió profundamente avergonzado, jurando en secreto que la transmisión no terminaría con él. Decidió que si podía alcanzar la habilidad de su hermano, se daría por satisfecho. Sin embargo, ambos compartían cama y rutina de entrenamiento, por lo que cualquier progreso era simultáneo y siempre se quedaba atrás. Esta situación le quitaba el apetito y el sueño.
Tres días después, salieron a trabajar al campo temprano en la mañana. A medio camino, su hermano recordó que había olvidado una herramienta y, con pereza de regresar, le pidió a Chen Fake que fuera corriendo a buscarla mientras él lo esperaba caminando despacio. Chen Fake corrió, trajo la herramienta y ambos terminaron el trabajo. Durante la comida, Chen Fake meditó sobre las palabras de su hermano: "Corre rápido, yo camino despacio y te espero". A partir de esto, dedujo un principio para entrenar: "Si tú descansas, yo no descanso; si tú practicas una vez, yo lo haré diez; si tú practicas diez veces, yo lo haré cien". Así, eventualmente, podría alcanzarlo.
Una vez decidido, puso el plan en acción. Cada día, mientras su hermano descansaba después de comer, Chen Fake practicaba Taijiquan. Solo dormía unas dos horas y luego se levantaba para entrenar en el reducido espacio entre las dos camas, ajustando los movimientos fuertes y enérgicos para no hacer ruido. Así continuó, entrenando diligentemente durante más de tres años, llegando a practicar entre sesenta y cien rondas diarias sin que su hermano notara su esfuerzo adicional.
A los diecisiete años, Chen Fake vio cómo su masa abdominal desaparecía, creció más alto, se fortaleció y sus habilidades avanzaron notablemente. Primero pidió consejos sobre técnicas de empuje de manos a sus tíos, y luego solicitó una prueba a su hermano para ver cuánto había mejorado. Su hermano se burló: "Todos en la familia ya han probado mis puños, excepto tú, porque eras débil. Pero ahora que estás más fuerte, ven a probar mis golpes". Así comenzaron.
El estilo de lucha de su hermano era frío y contundente; en el primer encuentro, Chen Fake fue fácilmente dominado. Pero en el momento en que su hermano intentó lanzarlo con fuerza, Chen Fake realizó un giro suave que neutralizó el ataque y revirtió la situación, dejando a su hermano confundido y desconcertado. Avergonzado, su hermano comentó con resentimiento: "No es de extrañar que esta línea familiar siempre produzca buenos luchadores; ¡seguro que hay un secreto escondido! Incluso tú, que antes eras tan débil, ahora me superas. No vale la pena que sigamos entrenando". En realidad, Yanxi no había vuelto a casa en esos tres años, y no había ningún secreto; todo se debía a la dedicación de Chen Fake. Viendo su progreso, Chen Fake se entrenó aún con mayor intensidad, acumulando habilidades junto a cada gota de sudor.
Tras liberar la ciudad del asedio, la reputación de Chen Fake se extendió ampliamente. En 1956, el nuevo gobierno de China envió funcionarios a Beijing para investigar el caso. Finalmente, concluyeron que Chen solo había actuado para proteger a su pueblo, por lo que no sería perseguido.
El sobrino de Chen Fake, Chen Zhaopi, en ese entonces trabajaba en el comercio de hierbas medicinales. Al llevar mercancías desde su tierra natal hasta Beijing, se alojó en la farmacia Tianhui, ubicada en Qianmen. En esa época, el Taijiquan se había vuelto muy popular en la ciudad, y varios practicantes sabían que Yang Luchan, el famoso maestro, había aprendido este arte en Chenjiagou, la villa natal de los Chen en Henan. Cuando se enteraron de que Chen Zhaopi era descendiente de la familia Chen y dominaba este arte, muchas personas se acercaron a él para aprender. Sin embargo, poco después, la ciudad de Nanjing le ofreció una generosa compensación para que enseñara allá. Aunque los estudiantes de Beijing no querían que se fuera, Chen Zhaopi les explicó que su propio arte era una mínima fracción comparado con el de su tío, y propuso traer a Chen Fake para que lo reemplazara. De este modo, en 1928, Chen Fake llegó a Beijing.
Inicialmente, Chen Fake se alojó en casa de dos de sus estudiantes, los hermanos Liu Zicheng y Liu Ziyuan (刘子诚、刘子元), donde enseñaba Taijiquan y técnicas de sable de Taiji. Pronto, figuras destacadas de la comunidad marcial de Beijing, como Xu Yusheng, Li Jianhua, Liu Ruizhan, y Shen Jiazhen, también comenzaron a estudiar con él. Durante sus 30 años en Beijing, Chen Fake enseñó a miles de estudiantes. Aunque él no buscaba enfrentamientos, numerosos expertos lo desafiaban. Chen nunca rehuía los combates y siempre les decía: “Usa tus mejores habilidades; si me vences o incluso me hieres, lejos de enfadarme, te reconoceré como maestro. Pero te aseguro que no te lastimaré ni un solo cabello”. Esta actitud combinaba humildad y confianza, mostrando suavidad en apariencia, pero con una firmeza interior. En esos 30 años, Chen Fake enfrentó numerosos desafíos, ganándose el respeto y la amistad de sus oponentes. Como reconocimiento, la comunidad marcial le otorgó una placa de plata que decía: “El único del Taiji” (太极一人). Un título bien merecido.
Después de conocer estas historias y presenciar las habilidades de Chen, Liu Musan y los demás discípulos sintieron una profunda admiración por él. Se enfocaron en perfeccionar las bases del arte y dejaron de buscar el progreso rápido.
Unos tres meses después, Chen Fake comenzó a enseñar la segunda rutina de Taiji. Pronto, algunos compañeros notaron algo curioso: Hong Junsheng, uno de los alumnos, practicaba solo con el maestro después de que todos se iban a trabajar, y parecía haber aprendido los secretos del arte. De hecho, con solo ver una vez los movimientos, los ejecutaba con sorprendente precisión. Al escuchar esto, Junsheng se rió y dijo: “¿Qué dificultad hay en eso? Incluso los movimientos que el maestro no enseña, puedo ejecutarlos.” Ante estas palabras, sus compañeros y los instructores sintieron curiosidad y le pidieron que mostrara su habilidad. Sin rodeos, Junsheng completó toda la segunda rutina con fluidez y naturalidad, como si llevara uno o dos años practicándola.
Algunos compañeros, en tono de broma, sugirieron que tenía acceso a “secretos” de entrenamiento, mientras que ellos aún estaban aprendiendo los fundamentos. Junsheng entonces aclaró: “No existe tal cosa como aprender sin práctica. Solo la forma y el tiempo de aprendizaje son diferentes. Cuando el maestro enseñaba la primera rutina, mientras otros entrenaban aparte, yo observaba detalladamente la técnica de sus manos, su postura y sus movimientos de pies. Y cuando Liu Shifu (Musan) empezó a aprender la segunda rutina, aunque los demás pensaban que no les incumbía, yo me quedaba observando y memorizando los movimientos para luego practicarlos en casa. De esta forma, además de la primera rutina, también logré hacerme una idea de la segunda”. Los maestros, impresionados, elogiaron su método y espíritu de aprendizaje, instando a los demás a observar y a entrenar con mayor atención.
La familia de Hong Junsheng era acomodada y a menudo invitaba a Chen Fake a quedarse en su casa por dos o tres meses. Durante ese tiempo, Chen Fake supervisaba estrictamente el entrenamiento de Hong Junsheng, llamándolo a levantarse y practicar desde temprano cada mañana. En el proceso de aprendizaje, debido a la lesión en el codo de Liu Musan al practicar Tuishou, Hong Junsheng siempre tenía miedo de probar algunos movimientos con su maestro. Sin embargo, ciertos movimientos solo pueden comprenderse plenamente al probarlos, dado el intrincado cambio de técnicas involucradas. Chen Fake, consciente de la debilidad de Hong Junsheng, le enseñaba poco a poco y con cuidado, y aunque a veces Hong Junsheng salía despedido debido a la fuerza de Chen, esta era como "la fuerza en el borde de una rueda" (车轮边上的劲), emitiendo al oponente sin causarle el menor daño interno.
Durante esos momentos, ocasionalmente conversaban sobre los maestros de generaciones anteriores de la familia Chen. Hong Junsheng preguntó: “El hermano mayor, Chen Zhaopi, viajó ampliamente por el norte y el sur de China, y en lugares como Beijing y Nanjing tenía cientos de discípulos. ¿Hasta qué nivel llegó en su habilidad?”. Chen Fake sonrió y respondió: “En cuanto a su habilidad, era común. Pero, desde pequeño trabajó en el campo, desarrolló fuerza y era audaz al actuar, así que nunca perdió en ninguna competencia”. Hong Junsheng suspiró: “Comparado con el nivel del maestro, llegar a un nivel ‘común’ ya es muy difícil. Si pudiera alcanzar el nivel de mi hermano mayor, estaría satisfecho de por vida”. Chen Fake comentó: “Entre todos mis estudiantes, Yang Xiaolou (杨小楼) es el que tiene más talento.
Aunque ya pasa de los sesenta, entiende los principios del estilo marcial rápidamente y aprende los movimientos en una sola repetición. Solo le tomó medio mes aprender los dos estilos de quan, y lo hizo siguiendo las reglas. Lamentablemente, debido a su edad, no puede aprender por completo. Tú y Xiaolong 小龙 (el nombre de infancia de Chen Zhaoxu) no son ni lentos ni débiles; deben continuar perfeccionándose. Hay que forjar el hierro mientras esté caliente; si no, será en vano. Aprovechen la juventud y entren con una postura firme, con los músculos de las piernas cerca del suelo y girando la cintura y la cadera en todo momento. Si se esfuerzan tres años de verdad, superarán los diez años de esfuerzo de otros”.
Hong Junsheng, nacido en una familia acomodada, siempre vivió cómodamente y nunca había considerado especializarse en artes marciales, viendo el Taiji solo como un pasatiempo. Pensándolo bien, era bueno en reflexionar y resumir, con una capacidad de comprensión algo mejor que sus compañeros, pero nunca se había atrevido a esperar logros significativos. No podía creer que “el único del Taiji” tuviera tales expectativas para él, lo que le hizo reflexionar: “La diferencia entre las personas no es sin razón. Yang Xiaolou pudo aprender las dos formas del estilos en medio mes porque estaba preparado, mientras que yo he estado avanzando lentamente desde el principio, sin grandes aspiraciones ni un estudio riguroso. ¿Cómo puedo entonces lograr algo? Si aprendo con desgano y entreno de manera cómoda, solo alcanzaré la mediocridad. La comodidad puede convertirse en una prisión; si uno busca una vida destacada, debe experimentar y soportar el dolor y el esfuerzo, manteniendo siempre la pasión por aprender para seguir avanzando”.
Para ese momento, el cuerpo de Hong Junsheng se había fortalecido gradualmente, y había comenzado a disfrutar de los beneficios del entrenamiento, sintiendo un interés ilimitado por los misterios del Taiji. La técnica impecable de Chen Fake, que en una pequeña diferencia podía causar un gran efecto, lo tenía completamente fascinado. Con cada día que pasaba, se esforzaba más, levantándose temprano y entrenando hasta tarde, siguiendo cuidadosamente las enseñanzas de Chen Fake. Al principio, con una base débil, solo podía practicar cinco posturas antes de que sus piernas temblaran, siendo su límite el punto de partida de otros. Sentía vergüenza de esto y dejó de darse oportunidades de comodidad, esforzándose sin descanso. Conforme aumentaba la fuerza en sus piernas, comenzó a poder ejecutar una rutina completa de taiji. “Un caballo de carreras puede saltar solo unos pocos pasos, pero un caballo común, con trabajo constante, logra avanzar mucho”. Con esta perseverancia, aumentó su apetito y realmente experimentó una transformación completa. Luego, podía practicar cuatro series al día, con cinco repeticiones en cada una, logrando un progreso acelerado en su habilidad y fortaleciendo su cuerpo.
Sin embargo, al aumentar la intensidad, aunque avanzó rápidamente, comenzó a tener problemas en su técnica. Después de un período de arduo entrenamiento, se sintió confiado en sus habilidades de cintura y piernas y, entusiasmado, quiso mostrarle sus progresos a Chen Fake. Para su sorpresa, en lugar de elogios, Chen Fake señaló errores en su postura superior. Aunque ampliaba y bajaba su postura, la fuerza en la cintura y la cadera no se transformaba adecuadamente, lo que hacía que su postura superior se volviera rígida. Al mínimo contacto, su cuerpo se quedaba rígido, dependiendo solo de la fuerza bruta, contradiciendo completamente los principios del Taiji.
Hong Junsheng, al comprenderlo de inmediato, se recordó a sí mismo: “Mientras no pueda controlar completamente los principios, cualquier progreso traerá conflictos. En particular, los movimientos y las combinaciones del estilo Chen son muy complejos. Para aprender correctamente, debo seguir al maestro en todo momento, escuchar atentamente y corregir siempre mis errores. De lo contrario, es fácil perder el rumbo y alejarse cada vez más”. Desde entonces, se mantuvo cerca de su maestro, siguiendo sus instrucciones con gran cuidado.
Con el paso del tiempo, bajo la cuidadosa guía de Chen Fake, Hong Junsheng y sus compañeros mejoraron gradualmente en sus habilidades y ya habían comenzado a practicar Tuishou. Como se mencionó antes, en la casa de Liu Musan, había un viejo sofá colocado contra la pared del salón, para amortiguar las caídas al practicar Tuishou. Según la costumbre, los menos avanzados practicaban de espaldas al sofá, para evitar lesiones en las caídas. Como los maestros elogiaban el progreso de Hong Junsheng, afirmando que tenía una capacidad natural para adherirse, lo animaron a probar en una nueva posición. Aunque nervioso, se acercó a intentarlo. Su primer oponente fue Zhao Zhongmin, quien había comenzado a aprender Taiji cinco años antes que Hong Junsheng, con una complexión mucho más fuerte. Sin embargo, al primer movimiento, Zhao cayó en el sofá sin saber cómo. Cuando preguntó: “¿Qué técnica usaste? Hazlo de nuevo”, Hong Junsheng replicó la técnica y, al ralentizarla, se dio cuenta de que estaba usando los primeros movimientos de “Jingang Daodui”: al tomar contacto, guiaba el brazo de Zhao hacia afuera “Cai” y, avanzando con el pie izquierdo, atrapaba su pierna. Zhao perdía el equilibrio e intentaba retroceder para estabilizarse, mientras que Hong Junsheng aprovechaba la oportunidad para presionar con la izquierda y empujar con la derecha (左挤右按), como si guiara un bote en el agua, hasta que Zhao cayera nuevamente. A pesar de ser una técnica básica del estilo Chen, aún requería una serie de tres movimientos encadenados para alcanzar el efecto, una gran diferencia con Chen Fake, quien solo necesitaba levantar una mano para obtener el mismo resultado. Los compañeros de clase se animaron y se turnaron para probar, cayendo todos en el sofá. Solo Qian Zhuyu pudo neutralizar el agarre inicial, manteniendo la postura estable y, aprovechando la presión-empuje de Hong Junsheng, lo hizo caer con un lü. Ante la misma situación, Zhao Zhongmin atribuía su caída a la falta de fuerza y entrenaba más, lo que lo hacía más rígido y susceptible a las caídas. En cambio, Hong Junsheng, Qian Zhuyu y Yang Yichen aprendieron de la experiencia, enfocándose en la técnica y regulando cada movimiento bajo la enseñanza de Chen Fake.
Aproximadamente tres o cuatro años después, Chen Fake observó a Hong Junsheng ejecutar “Jingang Daodui” y, satisfecho, dijo: “Finalmente lo has aprendido correctamente”. Resultaba claro que una postura correcta era solo el comienzo, y que, al lograr la coordinación de la vista, el cuerpo, los pasos y las manos en completa armonía, alcanzaría un nivel intermedio. Hong Junsheng se determinó: “No preguntaré por los resultados, sino por mi esfuerzo. Con determinación y perseverancia, algún día alcanzaré logros”.
Así, Hong Junsheng continuó practicando Taiji con diligencia, día tras día, año tras año, y su habilidad mejoró, cada vez más inmerso en su pasión por el arte. La vida podría haber continuado así, llena de interés, pero el 7 de julio de 1937, estalló ¨el incidente del Puente de Marco Polo¨(卢沟桥事变), y los invasores japoneses comenzaron una guerra total contra China. La suerte de toda la nación china se vio comprometida. El 29 de julio, Beijing cayó, y comenzó una vida de sufrimiento de ocho años para el pueblo. Ante la brutalidad de los invasores, muchas personas huyeron; Liu Musan fue trasladado a Taiyuan(Shanxi), Yang Yichen se fue a Xi’an (Shaanxi), y otros compañeros también se dispersaron, disolviéndose el grupo de estudio. Hong Junsheng, debido a que su familia estaba en Beijing y no podía mudarse, se quedó. La gente estaba en pánico y desolada, los japoneses controlaban estrictamente los suministros, y las familias pasaban hambre y carecían de recursos.
En cuanto a Jinglan y Junsheng, en este momento ya tenían 6 hijos y habían contratado a varias niñeras. Los 100,000 en ahorros que el anciano padre dejó al morir, sólo para ayudar a sus amigos se gastaron 40,000, y en los gastos médicos de Jinglan y el sustento de los hijos se usaron más de 30,000. Sumado a que Junsheng había estado sin trabajo durante muchos años, la familia entera vivía de los ahorros y, durante la época del régimen japonés y los colaboradores, los ahorros se agotaron por completo, al punto de que hasta comer se volvió un problema.
Debido a las dificultades de la vida, Junsheng ya no pudo ofrecer ninguna retribución a su maestro, pero la relación entre maestro y discípulo se hizo aún más profunda, como un vínculo padre-hijo. Aunque Chen Fake había alcanzado el pináculo en las artes marciales, tampoco vivía en abundancia, y además, en ese momento, ni siquiera con dinero se podían comprar los productos de primera necesidad. Cuando la familia de Junsheng se quedó sin comida, él y su esposa llevaron a sus seis hijos a casa de Chen Fake para una comida abundante. Aunque sólo era una espesa papilla de mijo y frijoles, la comieron con mucho sentimiento. Chen Fake alentaba constantemente a su querido discípulo, diciéndole que, sin importar cuán difíciles fueran las circunstancias de la vida, no debía abandonar el Taijiquan: ¨El Quan no se separa de la mano, la canción no se aleja de la boca. ¨ (拳不离手,曲不离口). [Refiriéndose a que tiene que perseverar] Junsheng también se animaba a sí mismo, diciendo: ¨Cuando el cielo asigna una gran misión a alguien, primero debe endurecer su voluntad, fatigar sus músculos y huesos, hacer que pase hambre y lo prive de posesiones, y trastorne todo lo que hace; así, endurecerá su carácter y aumentará sus habilidades. ¨Cualquier dificultad es una prueba para uno mismo. Con esfuerzo, incluso una barra de hierro puede convertirse en una aguja.¨
Sin embargo, la motivación no se puede comer, así que, para sobrevivir, Junsheng tuvo que reincorporarse a la sociedad, consiguiendo un trabajo como secretario en la Oficina de Impresión de Finanzas de Beiping gracias a su buena redacción. Trabajaba mientras practicaba Taijiquan, y en sus ratos libres iba a casa de Chen Fake para recibir instrucciones. En ese momento, debido a que la mayoría de los discípulos de Chen Fake estaban ocupados tratando de sobrevivir, apenas había alumnos en su casa, salvo Junsheng, quien, sin cambiar su estilo, continuaba con su práctica ininterrumpida. Esto creó un entorno de aprendizaje aún mejor para ambos, y Junsheng se entregó de lleno a la investigación del Taijiquan. Juntos desmenuzaban y estudiaban cada movimiento, cada postura, desde los movimientos hasta las rutas de fuerza, desde la neutralización hasta la respuesta, buscando la perfección en cada detalle. Aunque la vida era dura, la práctica de Taijiquan le daba alegría y nunca se cansaba. Así, sin darse cuenta, pasaron siete años. Durante este tiempo, Chen Fake le enseñó sin reservas, y Junsheng no dejaba de sintetizar y refinar sus conocimientos, puliendo constantemente sus habilidades y progresando a cada instante. Primero, pasó de dominar los movimientos a comprender la fuerza, y de comprender la fuerza a alcanzar un nivel divino (cita a Wang Zongyue). Un buen maestro produce un gran discípulo; catorce años después, ya no era el mismo de antes. Aquel erudito frágil de antaño había pasado por una dura transformación, ¡y finalmente rompió el capullo y se convirtió en mariposa!
Mientras profundizaba en su estudio del Taijiquan, Junsheng también sobresalía en su trabajo, y de vez en cuando publicaba pequeños artículos, ganando algunos honorarios como escritor para darse algún gusto. En la oficina de impresión también trabajaba como secretario a tiempo parcial una persona de apellido Lian, que era periodista en el periódico Xiaoshi Bao. Al ver el talento literario de Junsheng, se acercó a él para discutir un encargo de redacción. Ante las preocupaciones y problemas internos y externos y los constantes conflictos, Junsheng escribió cinco 'poemas de entretenimiento' como broma.
La belleza del cuerpo humano, postura masculina
¿Será un héroe solo por linaje?
Obtiene poder, y en ello es salvaje.
Lágrimas caen por su pueblo a menudo,
rojo de sangre, nacido para el escudo.
Dobla o estira según su anhelo,
avanza y retrocede con celo.
Si en su misión se vuelve audaz,
con un remo cruza el océano en paz.
(Sátira a los caudillos militares, que huyen al extranjero tras la derrota.)
La belleza del cuerpo humano, postura femenina
Fragante y discreta detrás del balcón,
delicado verde a la puerta roja en exposición.
Su sombra se esconde en la primavera,
sus huellas quedan en la vereda entera.
Si al rocío y la lluvia pudiera tocar,
el cielo y la tierra podría gobernar.
Envía lejos al noble señor, al río va,
deseando romper su ardor.
(Sátira a los políticos.)
Fichas de mahjong y dados
No te burles de su pequeña figura,
también mueve ejércitos con soltura.
A veces gana con batallas cortas,
un solo tiro y diez mil puertas rotas.
Divide en norte y sur el conflicto,
Al final, solo huesos verás,
y en ganar o perder, tú te quedarás.
(Sátira a Chiang Kai-shek.)
Nieve
Anoche pasó el grito del ave migrante,
un sonido triste en el aire flotante.
Las nubes retroceden con intención,
pero al caer, guardan silencio en la acción.
Dejemos que el fuerte viento la mueva,
no culpes a la pluma ligera.
Cubriendo el accidentado suelo al andar,
mil millas de luz al final brillarán.
(Anhelo de un futuro brillante.)
El caballo atado al carro de sal
¿Qué porte tan firme y fuerte!
pero el carro de sal te ata en tu suerte.
Mil millas por delante se ven cercanas,
con una mirada menosprecias las llanas.
A través de peligros y llanuras pasarás,
y cuando llegue el momento, el camino abrirás.
Algún día hallarás un sabio que te comprenda,
y entonces tu grito al cielo se extienda.
(Expresión de sus propios sentimientos.)
Estos cinco poemas fueron publicados bajo el seudónimo de 'Xiaochi小痴' (El pequeño obstinado) en el Xiaoshi Bao, ya que su anciano padre, Mengsong, se autodenominaba '老痴,Laochi' (El viejo obstinado). Así, Junsheng usó 'Xiaochi' para referirse a sí mismo. Hasta antes de su fallecimiento, al regalar caligrafías a los demás, aún firmaba como 'Xiaochi'. Con el apodo 'Xiaochi' no quería decir era un terco o menos un tonto, sino un guerrero y un literato, que, con sus habilidades, pasó repetidamente por combates de vida o muerte.
Para saber si Hong Junsheng pudo convertir los peligros en seguridad, estén atentos a la próxima entrega!
Traducción por Aznous Boisseranc
3ra generación del Hong Taijiquan
Muchas gracias por compartir estas grandes historias de los antiguos maestros. Saludos.